sábado, 16 de febrero de 2008

Mi nombre es cronopio

Tengo una casa, no es muy grande ni muy pequeña, pero es mía.

La decoré con muchos colores, me tomó mucho tiempo hacerlo. Cuando iba por la calle siempre iba viendo hacia abajo buscando cosas bonitas para ponerle. Una vez me encontre unas monedas gigantes, y las cargué hasta mi casa. Me cansó mucho, pero eran mis monedas y mi casa...

Como a mi me gustan mucho las plantas, sembré plantas por doquier. Todo se miraba tan bonito, y la vida era tan maravillosa que parecia como si no habia nada mejor que mi casa porque era mía.

Todos los días yo pasaba el tiempo en mi casa dorada, casi nunca recibía visitas y me sentía solo. Todo mundo pasaba enfrente de mí en la casa y nadie se detenia a saludar, pero como era mi casa no me importaba.

A veces, en la noche, mi casa no es muy cómoda porque es muy abierta y el viento pasa y me da frío, pero, es mía y eso es lo que importa.

Cuando oscurecía, me subía al techo a admirar las estrellas. Siempre me preguntaba quién era yo, pero no lo sabía, lo que me entristecía. Nada de eso importaba si, porque estaba en mi casa y era mía.

Una mañana me desperté y habia un señor sentado afuera de mi casa. El señor me dijo que esa casa no era mía.

Me fui caminando ese día, lleno de tristeza todo el camino, hasta que me senté y lloré. Mi casa ya no era mía, pero eso ya no importaba porque mis lágrimas eran mías.

jueves, 14 de febrero de 2008

Creo en vos...

El pueblo sale a la estrecha calle de adoquines, no hay orden y tampoco hay necesidad de uno. En las calles la basura regada al compás de un crescendo se mezcla al colorido de los trajes. Folklore le llaman a la obvia mezcla entre cultura y decadencia.

Corre de un lado a otro el hijo del soldador, orgulloso de serlo, con su sombrero de metal y su escudo de latón. Mientras a través de unas barras de metal se asoman ojos octogenarios resueltos a no ser olvidados aún.


Todo personaje esta ahí, desde el poeta que encarna al presidente o el borracho que se proclama pescador. ¿Cual es el objetivo de tal congrega
ción? Helo ahí el objetivo, congregarse y resaltar, congregarse y consagrarse al olvido. El dia de mañana las panaderas de Monimbó volverán a ser los albañiles, estudiantes, ingenieros y vagos que deambulan la ciudad. Los presidentes, transvestis y parcas, volverán a la rutina.

Pero, eso sí, hoy salen a protestar, divertirse y a crucificar las penas que los crucifican a ellos cada dia. Dejan sus cruces a la puerta de su casa en honesto plan de exhibir lo que son, pero llevan sus sogas al cuello para recordarles lo que son...

Es por eso que aún creo en el hombre común que vive y es el pueblo, porque la mañana que lo saquen de su rutina, se dará a conocer su verdadera naturaleza.. y yo creo en el pueblo con su noble pensamiento de la música, del viento, de la paz y del amor... en las sabias palabras de CMG.